Vos y Nos no fuimos literatas, Poesa

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.63

putas fuimos de éstos, ese el trato.

Si lo que hay y nos defenestró
antes de entrar o después de estar dentro,
es la literatura…
Vos y Nos no fuimos literatas

Fuimos, somos almas portadoras de la mejor Palabra,
que Palabo, de lo auténticamente aristocrática, de lo superior,
de la belleza el gozo de brotarnos el verbo;
que Verboto, de lo mucho y lo muy trabajadas,
de lo tanto inteligencia que lo todo abarcó.

Fuimos y somos putas, entonces.
De ti, la mejor conciencia,
lo propaló tanta gentuza como te conoció…
Puta, para olvidarte en los coitos
de las vaginas los anos y los penes
las bocas,
en los coitos orgánicos,
de la espeluznante falta de coito espiritual:
conjunción de las almas;
puta, por intentar desentrañar en una intimidad que es sólo de órganos
aquel conocimiento siempre escamoteado por la viva palabra,
cuando bien sabrías tú que somos lo que hablamos
somos lo que escribimos,
esas medias o esas enteras palabras,
esas mediocres o esas iluminadas,
y ni falta te hacía desnudar desnudarte
de bragas o calzones,
a los demás a ti,
tú bien te sabías,
de ellos nada que saber como de las esfinges wildeanas.

Y sí, fuimos, somos putas.
Vos por acostaros de la pésima educación sexual recibida,
libertá sexual gestada y propalada por macho,
libertá sexual con la que te pudrieron la vida,
esa “libertad” del ningún respeto
de la mayoría sexual hetero a la minoría homo,
ningún respeto a la mujer,
la verdad
… La verdá, es que ¡cómo pudiste acostarte ni siquiera con uno!
Y una, Nos, puta también,
pero de no poder acostarse con nadie
ni siquiera en estas sociedades de supuestos derechos
al gay y la lesbiana,
de supuesto respeto a la mujer,
cuando falta de eso, respeto,
a todo lo que se tenga que faltar;
y una, puta también,
de no poder acostarse con nadie de lo sucio que es todo,
o de haberlo hecho, haber sido así rebajada,
en la propia insatisfacción del alma y del cuerpo,
tu cuerpo y tu alma sirviendo
a la sucia satisfacción de otro,
satisfacción de esos chulos y putas que van degradándose así,
en el que se piensan agradar o degradar a otros
cuando la única huella que dejan en la vidas ajenas
es el asco que son que en otros depositan.

Mundo sexual sucio,
perversión de una libertad que es sólo libertinaje;
y así las letras, lo que llaman literatura,
¡y que desde luego, ahí,
en esa suciedad sí no entramos,
no nos arrastraron por esa supuesta “libertad”
de supuestas expresiones!
Y desde luego putas, pues, por supuesto, no literatas
de y en esa degradación.

Mundo sexual sucio…
Y sobre más, los más sucios,
aquello sacramentado como matrimonio,
¡y que quede claro,
no se achaque al divorcio o la soltería la suciedad!;
o aquello, celibato, igualmente tildado de sacramento,
de la sucísima gente dedicada a dios!

La verdá
es que el aseo espiritual
va en consonancia a la compañía que se elige.
Vos “Poesa rusa masculina”,
que así te llamas en mi sueño,
y ¡qué más hubiese querido la inexistencia macho
-mejor les hubiese sido ni existir-
que contar con Vos en sus filas!,
Vos con la sola compañía de esta otra Poesa
a la que desde la muerte llamas.
Nos… Posesa simplemente,
POSESA ESPAÑOLA,
si a la auténtica Poesía este trato que siempre se me dio.
Poseída de ti,
poseída del orgullo de estar por encima,
en valía humana intelectual,
valía literaria,
de cuantos nos injusticiaron.
Podemos decir que “todo el orbe”,
si con propiedad debemos escribir: “toda la sociedad”,
o ese todo que dentro de las mismas llaman “literatura”