viernes, 2 de abril de 2010

Allá fundidos en un abrazo cósmico

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.20

Allá fundidos en un abrazo cósmico
La niña naufragada
Y los brazos amantes rodeándola

Esta escritura también a raíz de un sueño, debe tener tantos años como de aquel entonces, años setenta:

Canción onírica
Oigo esta canción en sueños.
Y ¿quién me la cantaría?:
-Que como un beso plantado
ha prendido de una boca,
en tu rosal del estrecho.
Allá fundidos en un abrazo cósmico
La niña naufragada
Y los brazos amantes rodeándola.

Despierto.
Seguramente rosal y estrecho sean símbolos sexuales.
Y si hacen referencia a lo que un psicoanalista diría,
hay que reconocer que nunca muslos y vaginas
pubis alguno de mujer
fue calificado a la vez que de tanto reproche:
espinas rosal,
de tanta poesía:
rosal rosa.
Un estrecho los muslos por donde el mar se acerca
sin duda con más lujuria
al tiempo que más belleza,
más tromba de agua,
sed que da de beber
a su abierta garganta,
a su ardiente.
Estrecho, muslos,
una mujer, sus piernas,
península cantada por la mar
por la pasión nocturna,
OLAS DE AMANECERES.
Península bordeada de pasión
de misterio
de irrealidades
de soñadas ciudades sumergidas.

El sueño hace semejante el beso a una flor,
la penetración al beso.
Todo el coito resumido en unos labios prendidos
florecidos,
en una flor de agua.
Allá hundidos en un abrazo cósmico
La niña naufragada
y los brazos amantes rodeándola.


Y me ruedan las lágrimas por las mejillas.
¿Quién me hizo escribir esta nana a la niña naufragada,
qué desamparo frente a los cantos fúnebres?
¿Quién me hizo rodearla en un abrazo cósmico?
¿La misma guasona que escribiera imágenes parecidas
a las del terceto cantado en sueños,
rosal del estrecho
y su perfumada lujuria,
en aquella proposición parlamentaria
defendida por una Concha Espina,
abogada de causas de lo más espinosas,
sobre si las mujeres debieran tener espinas en el lugar de los pelos
para lacerar así al llamado macho
?

Mi final, que ¿qué ángel me estaba dictando,
mi Quetubin escritura, mi libro sagrado,
mi Querubim, próxima,
tanto como te siento ahora,
qué ángel me dictaba: “Allá hundidos en un abrazo cósmico…"?
“Como quien entra en una gruta encantada”
….Mi Quetubin, mi Escritura; mi Querubim, mi Próxima.

Carmen López Iglesias Lunes, 31 Octubre 2005 20:17 Enlace Permanente Comentarios (0)

Once atletas israelíes muertos por los palestinos, 5 de septiembre de 1972 Justo, veinte días después...

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.19

¿Un once te dio el pistoletazo de salida, como ahora de otro once, esta vez día, al principio del milenio, ¡pretenden que nos cambió más la Era que el mismísimo calendario!?,
salida del te irás y no regresarás que es morirse.
¿Quisiste ser la doce? ¿Vos lo quisiste, tan historiado que está?, doce discípulos cuando trece, etc,
nadie escribe aquí mas que ellos, los supervivientes; el reverso de página que jamás volveremos, donde se encuentra la versión del que ya por fuerza no ha de tener versión,
¿Quién oiría?
Sólo un oído tan deletéreo como el de Schumann oyendo los ángeles de la oscuridad, los profundos sonidos de la “oscuridad de las aguas” “las palabras caen como el agua yo caigo”.

Once atletas israelíes asesinados en Munich 5 de septiembre 1972.
Otro once, pero día y del mismo infame mes, día que hundieron las torres, y más altas todavía que ésas cayeron,
a mí se me remachó el féretro con clavos de economía,
burla macabra, “muerta no vas a salir”, yo, la muerta.
Y otro once más: el que me prometes para san lunes once de mayo,
2009 será (Ahora ya será 2015, si ha de ser)

Once,
Dos yoes tan rejuntitos, dos unos en la total soledad del destino coincidente,
uno abre la marcha, le van defenestrando,
y el otro, corderito, va detrás, y aunque vea, aunque se sepa el destino que le viene,
se lo intuye de tanta empatía con los otros
que hasta escarmentar podríamos en cabeza de ellos,
pero no lo haremos:
Yo iré detrás, yo voy,
Estoy yendo, “Te olvidas tu pañuelo Mary” –Peter Ibbetson-
“Estoy llevándotelo” Te olvidas tu equipaje: tu libro: tu diario,
Alejandra Pizarnik, estoy llevándotelo.
¿Le gusta el once a dios miserable,
a dios juega a las cartas trucadas de Einstein tomándole el dado prestado a Vallejo?,
pues no se dirá "plagiado" si de dios einstein hablamos.
¿Ama unir uno más, dios miserable, y sea doce,
tal que las pollastreces del que dicen su hijo, Jesucristo y su docenita?
¿Carajo significa el número,
qué?
¿Qué hostia dodecaedro pitagórico y sus áureos doce pentágonos, qué esencia de todo tienen, guardan, fuese la áurea relación,
misterio de la esencia del mundo, alambique quintaesencial,
hoy hasta la energía oscura?
¡Qué doce ganas de sanearlo todo arrancándolo, fuese a dios la entraña
con sus doce pasadizos intestinales repletos de cuantos deglutió!

Once atletas israelíes muertos por los palestinos, 5 de septiembre de 1972
Justo veinte días después.
Terrorismo de lo global y dos torres 11, mes aciago que de siete se disfraza, de azul,
aunque ya es bastante tristeza la soledad de este número,
que de siete se disfraza y es tan nueve negro.
Mes que borraríamos y por tanto todos y al disfrazado de loco Einstein,
individuo tan cuerdo, tan peligroso por tanto.
¿Otro judío, miserable, también, por el que morir, despistada hija de los reyes?,
la de líderes peligrosos extraviadores de la humanidad que tu raza dio, no sólo Jesucristo.
La amistad judío islamista que amenaza con estrechar el mundo tanto, que a cenizas reducirlo.
¿Eso deberemos a un once propiciatorio? Sea, ya que…. “San Lunes” se llamará el mío, que el tuyo fue 25, lunes del mismo nueve, oscuro mes.

Debiste esperar al desenlace. La sra. Golda, ella no se suicidó, tampoco la Tatcher,
señoras tan sus maridos (¿Ves que juezas dictaminan cual si ellos,
más macho inclinación? Alguien creyó que algo cambiaría en la medicina judicatura, con la llegada de la mujer,
alguien voló sobre el nido del cuco también, película también) Debiste ver la jugada maestra de la Meir y su Mossad, Sharon al generalato.
"Acuérdese de este día. Lo que vamos a hacer puede cambiar el curso de la historia judía": Dice madame la Golda al elegido del Mossad para ejecutar a los, once también, mira la coincidencia, terroristas. ¿Algo cambió el contraterrorismo? Al parecer siguen ahí. Eso sí el baño de sangre que se dieron todos, vengadores y a vengarse de los mismos, la inanidad papal diría aquello de la violencia es engendrada por.... ellos, habría que concluir, la violencia se corresponde con un género, es de tal obviedad por mucho que la Tatcher de la Golda. Aunque cuidaos de la Justicia, femenino, esa que jamás se vio por el mundo, dado que por mucha jueza, macho tribunal; cuidaos de la Justicia, ella va y suscribe lo de la Meir y sin Mossad: -Acuérdense de este día…en el que me han quedado debiendo. Lo que vamos a hacer puede cambiar el curso de la historia no sólo judía.


Carmen López Iglesias Viernes, 2 Diciembre 2005 08:53 Enlace Permanente Comentarios (0)

4 de febrero de 1963

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.18

"Estoy, sí, ofendida, como si no me hubieran invitado a una fiesta a la que deseaba asistir. Sospecho que la fiesta la organicé yo en mi propia casa. La celebraban en mi honor y en mi propia casa...."
...Y se repartían mis vestiduras y aplastaban los caracoles de mi jardín y desparramaban a los cuatro vientos los bien abrochados fajos de mis cartas con todas mis intimidades dentro y hacían desaparecer mi obra y la tergiversaban y se repartían, para el baratillo del mercado de papel usado, mis libros, despintaban mis telas y quizá ni las usaban para repintar en ellas cual Van Gogh, quizá limpiaban el polvo o la taza del water con la misma (Ojo al invento. Yo he ideado una taza de water llamada “Ojo de Dios”, no porque todo culo ve como todo por culo da, llamada “Ojo de Dios”, triángulo, ya saben, dentro el eye, para que cuando se quieran momentos de recogimiento, se retiren como la Virgen María a su retrete, oigan allí misa, comulguen o hagan comulgar sus intimidades a coprófagos idénticos, o a solas ellos, sin que tenga que pagar yo de mi bolsillo santa iglesia santa misa santísimos... ¿o es “tantísimos”, ahora que incluso escasean?, a mi bolsillo siempre le parecerán demasiados, a mi falta de oportunidades, que todas las oportunidades se entreguen a pandilleros o mafias que dicen montar empresa o serlo; santa iglesia santa misa... ¡tantísimos curas!) Qué satisfacción debe producir a los criminales rastreros enferma mental normalidad, aquello de enterrarte de veras si no vivito y limpiar sus letrinas con tu obra. Qué satisfacción, qué satisfacciones les damos muriendo a la vil normalidad, ¡qué su último triunfo mearse que no beber cual lord Byron dentro de nuestras calaveras! Les caiga, que les caerá, la maldición de la cuarteta al enterrador-desenterrador cuyas garras profanantes eso hagan, eso hicieran, maldición más efectiva que la de los faraones. Los papeles a tu Amor en no se sabe qué invisibilidades desaparecidos, rodando por los sucios suelos los anillos de un compromiso…
Y luego, tras tu Amor verdadero tan enterrado como Vos, fuese un espectro o fuese alguien muy vivito, fuese una, que efectivamente sería, con ayuda de toda la humanidad viva enterrada, no por exclusiva decisión de dios; luego, dicen que te enlazas, o que a eso aspiraste, o incluso quizá debió ser, si no con Lorca, “cinco en punto de la tarde” que él dijo, por un “seis en punto” que escribiste vos; dicen ¿que a ello aspiraste, enlace?, ya que no estuviste aquí para desmentirlo, con alguien de mi tierra sólo por enviarle en cuatro cartas de una correspondencia, un cuadradito y dibujadas dentro dos aes... Los hay bien listillos, además de pollastrones revistas del corazón, dentro de la litera-estupideces-tura.

Y me digo: ¡Cuántos literatos habrán nacido así, usando los papeles de los muertos como obra propia original! Más y mejor que Noé me pregunto: ¿cuántos seres de los que habitan la Tierra serán de veras honrados, serán humanos de veras? Justicia, la demandando yo esta vez del dios criminal, justicia, demandando del Cosmos esa misma justicia, esta vez demando yo que se acabe con un mundo donde los humanos y los honrados somos apenas cuatro.

Dos aes, AA. Solamente una A con una A puede ir, la unión más natural de las verdaderas; y una O con una O. Tú, género femenino, el más alto genio del más alto género, con Yo, ídem. Tampoco desdigo de cualquier otra Yo que hubiese podido ocupar el lugar que a mí me impidieron; pero no la hubo... si tu suicidioasesinato hubo.

Sospecho que la fiesta la organicé yo en mi propia casa. Sospecho que no me invitaron por lo mismo: Ser la casa mi casa, haberla yo creado, más mi creación que de dios, con nuestra sangre pagamos. Sospecho que si me arrojaron de mis propiedades por lo mismo: haberlas yo creado, ¿cómo me invitarían?

Carmen López Iglesias Viernes, 2 Diciembre 2005 04:47 Enlace Permanente Comentarios (0)

Pedantes, cual la colgante papada de Cela, y otros diversos hijoputas

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.17

(Siguen siendo muchas las putas, bastante más que las que se venden en las calles, sras. feministas que jamás declarasteis la guerra al género macho que os exterminó y os sigue exterminando, un pasito pa’lante en los derechos de la mujer y cuarenta pa’trás; que jamás les declarasteis el exterminio a lo que os exterminó, tanto puta –si lo es todo lo que se vende, o todo aquello a lo que se compra- hay también en ese feminismo que chupa subvención, para así igualarse en algo más, parasitismo, a la actuación macho de la que ni divergen)

Lo que a Alex le costó la vida, suicidioasesinato en la puteña, si porteña –una en cada puerto, putas que decíamos haber tantas, según el dicho- suciedad sociedad descerebrada argentina de aquellos años, poder decir sus prosas bastante más iconoclastas, de provocador erotismo, aquí sirvió para que a la Papada Flotante de los Celas se la empinasen hasta el nobel, que ese debió ser el día de su mayor corrida, si, como íbamos diciendo, hipotiroidismo. A un hipotiroideo sin tratamiento, pues la papada, no se la empinaría ni las Marinas Castaños de última hora, otra puta más, si puta es todo lo que se vende, o todo aquello a lo que se compra, como decíamos.

Pedantes cual la colgante papada de Cela:
Así todos los intelectuales raza pedante por excelencia,
pedantes cual la pedante humanidá,
tal para cual se escriben,
leen ya es menos probable,
la pedante humanidá a ellos,
ellos a la pedante humanidá,
ni se leen, ni se entienden,
ni con atención se tratan
aunque lo simulen.
Pedantes cual la colgante papada de Cela,
inservibles espíritus,
a sacrificar no su, que dijo Alex de las que se pretendían sus maestras, las OO, SO, VO
(Las Orozco, las Ocampo, semejantes aprendizas de verbo, que ¿alguna vez ligaron enseñanza, no fuese aquella de la lágrima solitaria de la OO en su “pavana difunta”, tal pavanada?); a sacrificar no su vida, o sus vidas, sino las preciosas vidas de otras, y hacerlo a la perignonada de una coma (mientras se la empinan, la copita de don perignon, ¿qué otra?, sí, o viagra de al norton cava champagne), coma de nada que a nada que varíes monosílabo en el contexto, lo hagan las erratas, punto te deviene… ¿Para esos putérrimos fines sacrificiales a una coma, v de burro, etc, existió la literatura, ¡para degollar a la mismísima encarnación de la Poética, mi poesa rusa Kolikovsky!, o degollarnos a otras, y hacerlo simplemente pues pretendió, pretendemos, que el versificar fuese, sea, verificar, VERDAD POÉTICA, decir verdades, que en el versificar o en sus prosas escandalosas, que no tuvieron oportunidad de escandalizar a nadie, pues no se publicaron, se comunicasen todas las taras humanas, sociales, o todos esos grandes sentimientos que no pueden ser expresados pues quién los oirá, quién hay por aquí, mundo inmerso en su mediocridá alacránica, para prestarles atención? Que eso es lo que aspiran a degollar, y lo hacen pensando que no quedarán pruebas de su incompetencia, mediocridá, cuando en comparaciones futuras, en las que siempre perderán por más gentuza que pueble en todo tiempo todas las sociedades, se confronten al mejor, muerto, suicidioasesinado, con la legión de mediocres y su vertido veneno: su evidente necedad, su más que complicidad participación en todos los suicidioasesinatos.

Pedantes cual la flotante papada de Cela,
babas moradas dijo ella,
dudo el color,
babas negras,
tantos con barba
aunque afeitada,
otras con clítoris
de pubis y sobaquera rasurada igual;
¡tantísimos pedantes
que encima pasaron por rompiente!
como el caso del ejemplo
y su hipotiroidismo sin tratar.

Y hasta dónde llega pasar por el que no se es en literatura, que he ahí el lúbrico que se batió los cojones en público además de darse él mismo sopas anales y otras palanganas de pública purulencia, lo que a Alex le costó la vida (¡y su poema en la sala de psicopatología rasgándose el alma en público de tanto pesarle el haberlo hecho, follar con la roña, como ella los llamó, o de desear así matarse, así verse muerta, de esa misma roña, de haber estado mezclada con esa basura, acabar ahogada en esa suciedad! Suciedad que, con tanta naturalidad, llaman así, naturalidad, deseos naturales, cuando conviene, y cuando no, llaman vicio. Follado vicio el de todos ustedes… “naturalistas”, cortázares en sus picaderos de instrucción para futuras Anaïses que no se les suiciden, y así chapero gratis y libre de cargas de enfermedades venéreas y sin amenazas de extorsión. ¡A eso sí llamo yo con toda propiedad, VICIO!) ; lo que a Alex le costó la vida el suicidioasesinato en la puteña, si porteña –una en cada puerto, putas que decíamos haber tantas, según el dicho- suciedad sociedad descerebrada argentina en aquellos años, poder decir sus prosas bastante más iconoclastas, de provocador erotismo, aquí sirvió para que a la Papada Flotante se la empinasen hasta el nobel, que ese debió ser el día de su mayor corrida, si, como íbamos diciendo, hipotiroidismo. Y fijémonos hasta dónde llega el pasar por el que no se es en literatura. Hipotiroidismo: Impotencia o disminución tan drástica de la libido que ni el ver a Freud con cuernos y rabo en su cuarto se la hubiese empinado a nuestro grande y público tocahuevos, y de meneársela en público como si genialidad, toda la vida pasó por que se la pusiese dura hasta la simple visión de cualquier palangana, cuando ni la Marina Castaño ni la Lolita de Nabokov.

¡Y a ti Alejandra te costó la vida, y tu Argentina de entonces era una democracia (Aunque tuviere de ello bien poco, cuando ni siquiera en nuestros días democracia ninguna tiene ni lo más esencial de democracia) y aquí en la dictadura franquista triunfa Cela! (también hemos de acordarnos que era un delator de “rojos”, ¿cómo no tendría las puertas abiertas al triunfo literario?) De iconoclasta a iconoclasta, la papada flotante nada tenía que hacer a tu lado. Con lo cual: ¿Los affaires literarios, o la sociedad macho, tan podridamente macho?

La roña querida, mundo macho roñoso, de sucio y de avaro, mezquino, esa roña que desde lo sexual te contaminó la vida hasta hundírtela sólo por tú seguir los indecentes récipes de tus psiquiatras, la roña que si instalada ahí, lo sexual, ¿en qué no, sobre todo si literatura, medios de comunicación, publicación?
Y en ese mundo seguimos, no te creas que varió ni coma tras los más de treinta años después de tu asesinato, ahora cuando tú intentas remover la tapa de tu sepultura, pero no vuelas con ello la tapa de los sesos de los cielos, ¡o la tapa de los sesos de todos éstos, idéntica gentuza que la que te privó a ti de la vida, y tantos de esos mismos vivos aún! No. Me ayudas, más bien a ellos, los semejantes a los que te mataron, les ayudas a que vuelen mi tapa de los sesos... ¡Salpiquen estos de una vez el rostro de dios, el cosmos, la otra vida!
No me moriré en París ni de aguacero, tal vez sí en un día del que tengo ya memoria, como Vallejo; lo haré como Larra: Volando la tapa de los sesos de algo, sea la mía, la de la entera humanidad, ¡o la tapa que cubre los mismísimos cielos cual si fuese una de sucia alcantarilla!

Carmen López Iglesias Viernes, 2 Diciembre 2005 04:36 Enlace Permanente Comentarios (0)

...Y jamás la encontré: La habían ya asesinado

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.16

“Pero yo sé lo que necesito. Esto es lo trágico. Siempre lo encuentro por la mitad, correspondiendo a mi deseo la parte ausente y disgustándome la que se ofrece.”

“Yo sé lo que necesito... Siempre lo encuentro por la mitad”. Yo sí sé sabía lo que necesitaba necesito... Y jamás la encontré: La habían ya asesinado.

Yo sé lo que necesito....
De lo mismo también escribías:
“Yo pierdo conciencia cuando me desnudan… Algo presente, AUSENTE.”
Y yo gano conciencia identidad, ganaba, ganaría, al desnudar a... que indeciblemente distintas y la misma, la ella que es yo y el yo. Qué indeciblemente distintas y la misma, la ella que es yo y el yo.

Correspondiendo a mi deseo la parte ausente...
Pues no le importa a mi retorneada cornamenta psíquica repetir, ya que aquí, ante todos, una no tiene dignidad, esta es otra de las tantas pertenencias que me esquilmaron ha ya.... La imperdonable ausente fui ya que no dios, pues no habiéndole echado a hostias de su cielo, más mío, CIELA por ello. Y ahora tú, en la Ciela que no me vio de dios, DIOSA mía.

Correspondiendo a mi deseo la parte ausente… Cacho pendona. Al menos recitaste aquello al literato cafetera francés: “mi cuerpo nunca más podrá recordarse”.
-Estúpida cafetera ambulante por escritor, o al revés, dejá de memorizar cuerpos de nadie, ¿quién te pidió?

La parte ausente correspondiendo a tu deseo, la yo, tu otra que estaba allí, que de algún modo estaba allí. ¡Que estaba allí! ¿Cómo pudiste?
QUE ESTABA ALLÍ: Hasta sin ser presenciales hablan de sí ciertos pesos específicos, hablan de sí en ti, de ti en mí.

Siempre me encontrabas por la mitad. Hay que ver las salvajadas que hicieron dios la naturaleza con algunas: partirnos a la mitad para que nunca nos encontrasen enteras, vivir de a medio lado, vivir a medias, la mejor parte nuestra oculta, parte que jamás nos reconocerán ni aun cuando la desnudásemos afrontando toda lapidación. Así te veo yo ahora, cual gato de Cheshire desapareciendo no tras tus bigotes sonrisa, pero sí tras tus cejas (también bigotes, bigotes para ojos : como me inspiraste en 2005) tus ojos misteriando para no volverme azul la rosa roja de la sangre o terminármela de helar acabando lo que anunciaste en 2003 y casi logras en 2004, matarme, contigo llevarme, mi Aparecida....
Y ojalá hubieses hecho. ¿De qué sirve este testimonio? Yo, como tú, que así lo expresaste a orillas de tu suicidioasesinato, sé que escribo bien, y eso NO es todo, yo digo más que tú: mejor que tantísimos con todo el palmarés de premios repleto, que si Nacional de las letras, que si Cervantes, que si Príncipe de Asturias, que si Nobel; mejor que todos ellos, y mejores y más sanas e inteligentes ideas que comunicar, un muy superior hálito creativo. Mas ¿de qué sirve este testimonio, si jamás será publicado como merece, dada la envidia, dado el rencor de esos tarados que esgrimen la pluma de modo oficial o de aspirante a ello modo? Una inteligencia que está por encima de esa mediocridá alacránica ¿encontrará contertulios? ¿Cosechará lectores quien habla de aquello que la mayoría sólo entenderá tras estirar la pata; cosechará lectores ahora cuando estamos destinadas, tanto tú como una, y como tant@s otr@s, a que exploten nuestro trabajo los mismísimos hijos –y por ello de la gran puta y del grandísimo cabrón- de aquell@s que nos matan sin molestarse siquiera en sentenciarnos, gastarse ni en juicio cuando existe el tan socorrido para sus bolsillos suicidioasesinato? ¡Lo que se ahorraron en nosotros, para que, y para colmo, les acabemos siendo la mejor de las herencias que dejan a su descendencia que, naciendo de las mismas taras que los que los engendraron, acabarán suicidioasesinando a los que nos sigan en esta cadena de genocidio al mejor, a los mejores!

Diciembre 2005
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