domingo, 4 de abril de 2010

Daño irreparable, herida purulenta… Amor inenarrable

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.23

Cuánto daño me haces. ¿Esa fue la necesidad de tu existencia, necesitar que te odiasen, ignorasen, para poder amar? Yo he sido más lista en ese aspecto: A mí únicamente me enamoraron las cacho golfas cual Vos que se enamoraron primero de mí, las cacho hermosísimas… Que se enamoraron, o al menos me figuré, ensoñé. ¿Qué has venido a hacer “Vos no está sola”, arrancarme el alma del sitio y dejarla caer tan cruelmente, qué función cósmica o falta de Amor, qué misericordia del Más Allá hacia mí por lo mismo: ¡qué increíble falta de Amor en quien ha padecido aspirado tanto a esa hermosa locura, razón máxima!? Guárdate esa misericordia, Otro Mundo… Si para herirme tomas formas tan extrañas, caprichos tan indescifrables. ¡¿Quién sos?! ¿¡Pero quién sos Vos!? ¿¡Quién juega conmigo?! En la Asamblea General de los más altos espíritus repítelo: ¿Quién, quiénes, a qué jugáis? ¿¡No he tenido suficiente mofa escarnio de este mundo, te tengan que utilizar para herirme poquísimo más desde la otra linde!? Y de modo irreparable, mordisco mortal. Linde que el índice de lo sexual marca como índice creativo, acusativo, indicativo: Desde aquí Amor de la Ciela, hasta aquí amor de los tierros... Y no sé cuál de los dos merece más ser escrito con mayúsculas. Seguramente, con mayúsculas, el tuyo y mío en los tierros habitando ¡aunque tan de la Ciela!, Ciela mía.

Y de modo irreparable, mordisco mortal. Daño irreparable, herida purulenta… Amor inenarrable

Dices en 1965, 12 de Marzo:
“No sé por qué me fascinan los que no me desean. ¿Por qué necesito llamar a quien no quiere venir y por qué me entristece recibir a quien llega con deseos de verme?”
Eso digo yo, that is the cuestion que dijo el lord que le escribiese las obras a Shakespeare. ¿Qué hago yo enamorándome de alguien, sea fantasma o no, cuyas más íntimas confesiones eran las arriba dichas? ¿Por qué me fascinas, si me entran ganas de retorcerte el pescuezo aun seas un espíritu desencarnado? ¿Porque me sacaste el alma del cuerpo y la tuviste allí entre la tuya, dentro dentro, “hembra fertiliza al macho” que dijiste soltándola?

Daño irreparable, herida purulenta, Amor inenarrable…. Me haces, bruja.

Y sigue diciendo:
“Ciertos gestos, ciertas palabras, yo pierdo conciencia, yo estoy ebria cuando me desnudan, algo lejano y presente.” Como el presente lo saben y supieron todos los presentes más expertos en tu biografía, aunque nunca habrá fiel evangelio por muy presencial el discípulo, nunca exacta biografía -créase uno saber de la vida de los otros, cuanto se ignora de la propia vida dándola por sabida, risa da-; como lo el presente allí, lo-la-él-la presente es de sobra conocido, vayamos con el lejano lo-la-él-la “Algo lejano”. Agradezcamos ese hermoso modo de llamar a lo que tu psiquiatra denominara “especial captación parapsicológica es su homosexualidad”, agradezcamos que así nos hicieras presente en tu orgía de ebriedad en la que de algún modo participaba mi mano, “algo lejano”, ¡fíjate, a 40 años y días de la traslación de ebriedad a la escritura del diario, de lejano! ¿Así de lejano mi mano te desnuda, te desnudaba, desnudez de ave? Ni José, padre putativo de dioses, tocó así de lejano a su Virgencita. ¿Y por qué estaba Vos ebria si a Vos sólo le encantaba “aquellos que me desprecian” o “aquellos que no me desean”, que igual me da? Puta masoca… Te juro que también me liaba con Vos a hostias. Sepas que ya que has venido a joderme, te las tengo reservadas. ¡Y sé que las reparto, que en algún mundo, dimensión, ¡aquí!, las reparto! Todas las hostias que mi particular confesión religiosa tiene reservadas para cada increyente. Mi Religión del Nombre –“de los Mares”, amplía la profecía cátara y me demanda Juana Inés- al contrario que la Iglesia Católica, sólo reparte hostias entre los increyentes.
Te amo a pesar de que te daría de hostias y te daré, Vos también, Vos también fuiste increyente, la más Religión del Nombre de todas cuantas; te amo daño irreparable, herida purulenta… Amor inenarrable.

2 de febrero del mismo año: “El temblor con el que me desnudé por primera vez delante de un hombre –y sigue la pobre cándida- temblor que también a él le otorgó un sentimiento ceremonial.” Ilusa, eso te pensaste. ¿No temblaríais notando el “algo lejano” también allí presente?, cacho pendona, ¡y con muchísimo mayor ceño amenazador!, ya está bien de tanto universal cuerno retorneado, que más que tu loro Pericles, pareciera la percha, seguro que de los golpes, donde el pobre loro… no se colgaba, pues la percha, creo recordar, Vos escribiste, estaba ausente, claro, el “algo lejano”. Ilusa, eso te pensaste, que el salido ante el que te desnudases temblase de “sentimiento ceremonial” alguno en vez de ansias sucias y retorcimiento perversión sexual a tope pensando que se follaba a una lesbiana, algo así, pero con más garantías y gratificación, que si al chapero de la esquina, para verse lo macho follando a otro... ¡Que encima es otra!, oh regocijo machista y sus instintos: “Hacerte mujer”, frase tan célebre entre ellos, y también ellas, por supuesto, ¿qué no habrá de macho que tarada hembra no reproduzca?; frase tan célebre, de lo manida, de lo tan universalmente escrita en todo libro y dicha en todos los eventos, siempre por ellos protagonizados, pues tú no naces mujer, olvídate de aquello de que la biología te prefiere o selecciona como al sexo de sexos, eso es título para ellos exclusivamente, tú no naces, él te fabrica al empuje de su polla. Esa y no otra, pedazo de ilusa, su sucia ceremonia.

¿Has visto qué bonito escribo yo y me ha defenestrado por los tiempos de los tiempos tu basura literatura española? Y he dicho “tu”, poesa, por muy rusa que quieras ser en el Otro Mundo, y desde allí demandar que así te conozcan en éste; tu, más que mía, literatura en castellano. Bien sé yo que soy la cumbre de todas las letras, no sólo castellanejas on line, on the record, in the books, Book of the books. ¿A qué otra letra electrónica, impresa, se le ocurriría la morbosa idea de resucitar muertos, por otra parte oficio tan de poesía en español, no sólo del hebreo Jesucristo? ¿Por ello has venido a estas nieves perpetuas del Everest, yo, "Alma mía de nieve" que dices de allí emergiendo? ¿Ni en el Más Allá te contuvo la curiosidad por conocer la cumbre del Verbo, aunque Verboto lo llamases, así me califiques por incontinente? ¿Como ni el Más Allá contendría tu deseo de saber, si me amas lo sabré aunque esté muerta, “cuánto hubiese amado a esta mujer”, que yo dije al contacto con tus prosas, tus poemas?
....Verboto, verbo incontinente. Y vaya que no se calla ni delante de Dios. Mi Faz, la de la particular Acusación del famoso caso féminas que jamás lo hicieran en condiciones contra listillos que se saldrán de rositas si no les clavo yo el índice, en la nuez, pechera, corazón si debajo hubiere, ojos de la cara, mi fiscalizada feroz faz debe tener continuamente presente (Que no me duele para nada también a éste, por mucho Dios, cantarle el aria de la ópera "Ariodante" de Handel, "Tu preparati a morire" en caso de perder yo, como otras cumbres de las terráqueas letras, a morire de una revisión ante todo el orbe de putis del oficio y mariconcillas letras universales on line on the record in the book) Es esa negra, por lo triste por lo dolorida por lo sobre sí encogida, cuando tan alegre, tan sana y tan expansiva, presencia que exige al Altísimo y así nos lo relata la mitología crística desde los tiempos de los tiempos: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡JUSTIIIIIIIIIIICIA!!!!!!!!!!!!
Y escribiendo la palabra con tanta "i" y entre tanta exclamación, parece que la hubiésemos trazado con las siglas... de al menos una agencia de espionaje... o compañía comercial. ¡Eso me haría falta ser a mí, ser legión que se dice del Adversario por antonomasia, y convertirme en Compañía, tan criminal-comercial, tan astuta, como las de ellos, Dios incluido, y ellos sí adversarios, criminales asesinos ladrones desde el principio! ...Mas Justicia, ni así, gritándola a todo lo que dé el pulmón.

Y ella continúa en la página de “blog”, diario de aquel día 12 de marzo de 1965:
“Por más que crea haber progresado, madurado, mi sentimiento del amor y el deseo es confuso, difuso, como a los cinco a los diez a los quince años”.
¿Y Vos, como cándida soul mine, os pensaste que lo confuso difuso sólo era Vos? Confusos y difusos, pero seguramente sucios, fueron todos esos sátiros que se te acercaron con la mayor de las perversiones y tú que te pensaste que pasiones, ceremonias.... Ensoñaciones de niñita, ¡que aquí tenía ya veintinueve años para haber sido un poco más listita! Está visto que la Inteligencia, así con mayúsculas, sobre todo si Mujeres la lucimos, sólo sirve para perdernos, a unas por un motivo a otras por otro. Parece que una mayor capacidad y calidad cerebral en la mujer, su mayor corteza cerebral sus mejores conexiones neuronales, no es para celebrar el que se saque notable, ni siquiera aprobado los pelos, en la guarra supervivencia.

Y sigue el cuaderno de bitácora, no tan penoso como mi habitacle, eso sí:
“Este diario ¿lo escribo para mí? Ahora ¿estoy escribiendo para mí? La verdad: tengo miedo. El de siempre.”
Vos compondrías, o ya lo habías hecho, la melodía magnífica que reza así: TODA LA NOCHE ESCRIBO PARA BUSCAR A QUIEN ME BUSCA. Indudable era que el Diario lo escribías para mí, mi Quetubin, mi Libro, aunque de rechazo para el resto del bochornoso mundo.
“Tengo miedo” Y en este temblor ya te intuías de futuro fantasma, mi Aparecida. Tengo miedo: El de siempre. Yo tengo asco: el de siempre. Tengo mucho trabajo por concluir: el de siempre. Tengo infinito cansancio, el de siempre, infinitas ansias de Justicia… las de siempre. Y Amor. Sí, también infinito, el que porto, el que soy y también del que tengo sed, tanta sed como de Justicia. Verboto, yo, tiene un vocabulario demasiado extenso para reconocer que sólo tres palabras de todos los idiomas merecen la lujuria del ser: Amor, Justicia, Verdad:Belleza. Y que esta última, así que parecen dos, una lo es, no sólo desde la trasnochada y romántica Poética, sino que incluso desde la Física más punta de nuestros días y sus matemáticas estéticas. Verai Veroi les dijeron en Oc a esa pareja de espléndidas: Verdad Belleza.
Tres personas tiene el Verbo, Amor Justicia y Ver@i, que es lo que expresarían los Perfectos, los Puros, y pareciera que coincide con la falsa religión y con la triste gramática, cuando nada más lejos... Tres Personas tiene el Verbo: Amor Justicia y Ver@i.
“¿Y ese lenguaje como una mano ahuecada llena de agua riquísima?” La de tu Pozo, las que Usté tiene, palabra cae como el agua yo caigo; yo, la Salvada en tus Aguas Purísimas.
........
Y ahora que lo pienso. ¡Con toda mi vida sí se ha cometido el peor de los crímenes! Necesitaría por tanto toda una tropa de sacerdotisas componiéndome un “Sólo veo Rosas” cada una, un “Canto a la ternura sin precedentes” plagaíto de poemas incendiarios. ¡Eso sí, ninguna me ame si he muerto! Sigan sensatamente la enseñanza de Garcilaso: Nunca más servir señor que se me llegue a morir. Y de este modo: empezando por el Cristo.
¿Y Carmen? Carmen quiere servir ¿y sirve? a una loca como una que me llegue a resucitar, que resucite o nazca yo a ella. Naceme para Vos mamita… de una muy Antigua y olvidada Ternurita.
Naceme Sol
mi Sol o Amor.
Debajo de mi mano,
dentro de mi costado,
nació un Sol,
según la retiraba,
hasta brotarme al lado.

Carmen López Iglesias Viernes, 2 Diciembre 2005 09:01 Enlace Permanente Comentarios (0)
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