En el sueño alguien dice de mi estilo

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.34

En el sueño alguien dice de mi estilo
-Toma san tomate, santa lechuga y produce santa digestión san aleluya.
Los productos de la huerta los cambia mi vigilia por los verdaderos del sueño. Aunque da igual san tomate que santa lejía santo fregadero…¿y qué produciría entonces?, ¿santa colada, san me toca hoy de pinche?
Y yo le digo a mi crítica tan demoledora por estos pagos de lo onírico, crepuscular: -So cacho Alma mía, ¿por qué sos tan crudelísima con mi egolatría?, ¿porque para Vos el mundo ya no existe si no es como broma, que también me declaras por estos lares del crepúsculo, considerar las almas desencarnadas como una broma el mundo? Una broma de pésimo gusto, no me negaréis. Pésimo gusto el vuestro, de todos los fantasmas, todas las almas desencarnadas, si contribuís en algo a esta... cómo calificarla, mierda.

Pues no me doy por ofendida de producir “santa digestión san aleluya” tras trasegar la ensalada o el mate con un buen filetazo de carne roja argentina, pedazo de carnívoros, so asesinos de ganado los de aquella nacionalidad, ¿acaso no pasa con todos lo mismo? Comen lo que coman y segregan buenas o pésimas digestiones, ideas, análisis acertados, o contrarios a la auténtica razón, auténtica cordura, y que no son siquiera ni razón ni cordura colectivas, o instituidas de ello, por mucho que el aplauso de los pueblos o las culturas hayan puesto a tantos descerebrados de dirigentes intelectuales o morales del mundo. Y en mí se ve que voy del lado bueno, razón cordura verdaderas, cuando produzco “santa digestión” y encima “¡san aleluya!” del contento, de mi contento, del universal contento cósmico.