-La faldita todo un regalito que el varonet le hizo a la chacha

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.35

-La faldita todo un regalito que el varonet le hizo a la chacha
Dijo el pirado másculo ante las cámaras que una vez más le publicitan y sin que él suelte un duro en publicidad. Se olvida mencionar los anejos de imprescindible acatamiento al semejante regalito: Puta gratis, chacha gratis, paridora gratuita, no solamente ablación del clítoris sino más importante y antes, de la corteza cerebral. El pirado modisto nos recuerda la Roma y otras glorias machistas a las que llaman civilizaciones y su correcto nombre es civimierdas, donde los señores iban tan orgullosos, como podrán hacer ahora, ya que siempre libres de cargas, con sus falditas.

Todos los días rezo para que se den por culo entre ellos hasta que caigan muertos, tanto el que dé como el que reciba, estos másculos cuanto más pirados o machistas, por muy del género homo, más significantes para estas sociedades piradas que, a su imagen... si ellos las hicieron, o ellas, mutiladas sociedades, resto mutilado, sobre todo mujer, de los pueblos, no tuvieron más que consentirlo, ninguna otra alternativa, tanto acapararon para sí los másculos piraos; y no hay manera de no tener ese asco machista siempre presente con sus paridas ni de retrasado mental.
Por ejempo, llama a un programa de televisión o pone un mensajito un emailito, Emiliano, pongamos, diciendo:

-Pobres nosotros, los machitos, nadie nos defiende, se meten con nosotros, ¡buhaaá! Nos llaman por los nombres que tantos de nosotros tenemos aunque hayamos realizado aquello de la operación de reasignación de género de modo que lo que se nos reasigne sean los nombres que oculten los verdaderos nuestros, vagos, ladrones, asesinos... qué feo.

Eso es lo que debió siempre parecerles, feo, monstruoso, exhibirse de los nombres que verdaderamente tenían y que ahora aspiran a ocultar con aquello de la “reasignación”.
Y hagamos recapitulación de esos nombres que para nada quieren ellos ahora se les reasigne, que la historia, ¡y la más sangrante actualidad!, no haga revisión crítica de los mismos y a ver a cuántos aplicados:

Vagos.- Siempre trabajó por nosotros la mujer, esa puta, que ¿encima pretendía cobrar? Y vaya si lo hizo, género de violencia, siempre genérica. Nosotros percibíamos los ingresos monetarios por ellas mientras tanto.

Ladrones.- ¿Empezando por el fraudulento cobro anterior? Ladrones, ¿quiénes inventamos la banca y otras empresas o estafas?, van tan enredados los conceptos, ¿quiénes, mientras ellas nos parían los trabajadores limpiaban nuestra mierda? Ladrones: A nadie más que a nosotros pueden achacársenos todos los inventos, máxime los si para mal, casi todos, por tanto, también inventamos la delincuencia, ejemplo Caín… Y así llegamos a la cláusula final de los piropos merecidos a un género:

Asesinato.- ¿Quiénes, todos los padres, guerra, nada de madre batalla?

Pero se nos escalofrían las axilas de comprobar que nada más Emiliano ha vertido su emailito, como quien su caca o su semen a toda publicidad --la única privacidad que conocen la dejan para sus despachitos donde despachan cada día semejantes asuntos que harían escalofriar la víscera cardíaca no las axilas, de conocerse- ¡aparecen ciento y la madre de madres hermanas hijas esposas fulanas de Emilianito diciendo que…. “¡Pobrecito!” ¡Pobre de mí señoras mías que tengo que compartir este mundo a pura fuerza a la que se me somete, con gentuza como ustedes, fulanas y emilianitos!