martes, 20 de abril de 2010

“Así me dejé violar como tantas otras noches similares”

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.69

Y en el mismo día 28 de julio 1962 de su premonición más asombrosa: Aquí estaré escribiendo en 2002. De paso pudo añadir “5 de diciembre”. Pero claro ella ignoraba que sus diarios se los terminarían un 4 de diciembre de 1971, ni siquiera último día, último año de los que ella redactó, ¡como para que su premonición más asombrosa: “Aquí estaré escribiendo en 2002” acertase además de con el año, el día, 5 de diciembre! Si ignoraba la burla grotesca de la que iba a ser objeto: Sus últimas palabras, sus mejores, aquello que se escribe al borde de la muerte que debe estar dotado del más espeluznante de los significados, la más arrolladora sinceridad, en esa última gota, último suspiro donde volcamos todo lo que somos y sabemos, cuanto padecimos. Bastante es que acertase el año 2002 como el del regreso de su Voz, ella ignorando que regreso, no continuidad, y ¡de dónde! En ese mismo día escribe, lo que es revolver el puñal en mi alma y no sólo en mi alma sino en mis entrañas, de tan alma: entraña, entrañas de tan entrañas: alma (que también ella sintió esas entrañas, alma, ese alma, entraña):

Así me dejé violar como tantas otras noches similares. Lo que no hubieras podido practicar, ese rebajarse de tu cuerpo y tu cerebro, que así debiste sentirlo, si la frase lo indica, a tanto mierda, no hubieses podido practicar de estar en la cercanía de tus padres. Ellos, que en tantos casos son la voz de la conciencia, de esa conciencia que nos advierte que no “practiquemos” aquello de lo que más tarde amargamente nos arrepentiremos, quizá incluso obstáculo insuperable para seguir viviendo, ¡si además le añadimos el agravante de que eso, eso que nos dicta nuestra recta o auténtica conciencia, y quizá desde la voz de nuestros padres, es todo lo contrario de aquello a lo que las sociedades nos empujan desde sus… ”instructores”, ya no novela, ya encima imposiciones de los gabinetes psiquiátricos y sociológicos encargados de velar por las normas que en cada momento en las sociedades que sea se instauren de obligatorio cumplimiento, si queremos ser unos respetables, sobre todo si aspiramos a destacar, integrados, y no unas piltrafas fuera de las normas que esos criminales dictan y hacen cumplir de tantos y tantos miserables modos!

Así me dejé violar como tantas otras noches similares. Destino mujer. Anda que no habrán suscrito como suya esta frase tantos millones y millones de malcasadas y más millones y millones si pensamos en todas las violadas desde la edad del hielo acá. Todas las violadas, tanto las que se dejan, -qué más da, qué más hay, qué hacer, así de paso nos instruimos, nos instruyen en su mierda, tomamos lecciones, si aspiramos a vivir, de lo que se espera de nosotras (Y te recuerdo comentando lo mismo en tu diario: “ser instruida”, “una iniciación”, a propósito de la lectura que hiciste de un bodrio titulado “la motocicleta”, semejante basura de libro, y esto lo digo sin haberlo leído ni tener el menor interés, donde se impartirían, ¡¿y en qué novela de autor macho no?!, ¡y también!, también de autora hembra, tanta tarada con pluma, semejantes “instrucciones”. Tanta gentuza a la que leíste, fuere por hacer un artículo que te pagasen, es la que se cobró tu vida, además de la legión de parásitos con los que compartiste tu vida y de los que meridianamente dijiste: “Noches mías pobladas de vividores”); todas las violadas, tanto las al parecer más fuertes, que se dejan, como las, se dijera más débiles, que oponen resistencia. La puta mierda del macho, un accidente en la evolución y que se le haya dado tanto protagonismo, ¡que a estas alturas ni debería existir!, inmerecido en esto de la ovulación, descendencia, dado que por ellos mismos a ellos mismos concedidos –tanta tarada hembra aceptándolo- esos laureles y títulos de sexuales “instructores”. Si pienso en el macho de esta especie, lo único que se me ocurre, es que el mundo no debería ni haber sido si para ser tuvo que concebir a ese parásito criminal. Y si hubiesen sido las putas de sus madres, pongamos por caso, los objetos de su violación, ya que ni sujetos… Ante lo cual no se hubiesen parado, no hubiese sido obstáculo ninguno, quizá precisamente al contrario, en esto de seguir “instruyendo”, máxime Edipo, si a sus putas madres. ¿Y eso es debido a comportamiento reino animal, follando que es gerundio, o sólo a comportamiento criminal de esta especie de mierda dados sus machos?
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