martes, 20 de abril de 2010

Neuronas son arañas –nov. 2008-

Canto a la ternura sin precedentes (Poemas incendiarios) POEMA-CAP.66

"Y en el centro puntual de la maraña, Dios, la araña" Estas palabras que atribuye Rosa Montero a Alejandra Pizarnik, y que yo jamás vi en su obra publicada. Ya sabemos que la mayoría de ella permanece oculta (Ya irremediablemente, pues ni tiempo habrá para desocultar a ella y menos a mí); lo sabemos por los sueños, antes que insinuase lo mismo la sra. Venti. Sabemos aquello que dijo el sueño, mi sueño aquí, en el tiempo de su muerte allí en Argentina, sabemos lo que nos dijo el sueño en aquellas fechas. Decía de un "Diario espuela de ponte dura" o "Diario escuela" de lo mismo, diario que se ocultaba, o que la inconsciencia más criminal, el mal por tanto, ocultaba destruía.

Estas primeras palabras que de ella, Pizarnik (leche me importa si fueron una corrección a Borges. Sus palabras, de Pizarnik, eran por lo mismo) se inmiscuían por mis redacciones, en 2001 al filo de los acontecimientos de las Twin, libro así llamado, aquí sin editar, como todo lo mío, "Profeta en las Twin".

"Y en el centro puntual de la maraña, dios, la araña"
A. Pizarnik:
Así presentaba Rosa Montero las palabras, palabras de Alejandra Pizarnik.

La tela del arácnido
obrando de velo de Isis
para ocultar a-l-a Profeta,
¡oh habrá otro?, ¡oh el más grande!,
de sus perseguidores
en el fondo de la cueva
(Tradición islámica sobre episodios de la vida del Innombrable,
¡Halá!, nos libren de pronunciar su nombre,
Alá nos libre)

Dios, la araña,
protege a los suyos,
aunque de los también suyos protege.
Con tu sangre y mi sangre los rescata Alejandra;
no es su sangre.

Dios puede convertirse en malévola araña
y asesinarte impunemente con la desolación,
y asesinarles, dicen, que con terroristas,
asesinarnos a todos con la injusticia social que llaman mercado,
al fin los de las torres se han muerto de nuestra misma muerte,
ellos, ¿que se pensaron que no?,
que nada como tu muerte o mi muerte les rozaría,
dios arácnido y todas las patas de sus credos,
dios que se torna en fantástico velo de Isis
si ha de cubrir al malo de los malos,
si han de permanecer todos encubiertos,
¡y ay de aquélla, siempre mujer, que levante el velo,
ay de la conciencia que no de sus perseguidores!,
a ella, para ella no hay fantástico velo de Isis,
tela de amor que la recubra
sólo mortaja lila.

Alejandra. Ariadna, Ariane, Araña: Dice el alquímico.
¿Cuál fue tu hilo Alejandra,
únicamente el que te suministraran para suicidarte?
"Nuestra alma es la araña que teje nuestro propio cuerpo":
Dicen desde Hermes.
¿Teje nuestra alma araña nuestro destino,
o es la red universal de Indra
desde todas las patas de sus credos?
Dios sólo ama a los que proceden como él:
Con sus cuerpos tejen sus almas viciadas
por todos los intereses,
dios el más viciado hilador:
¡que nadie le cambie los planos del plan que se propuso!:
Que nadie teja su alma,
construya su vida desde su interior,
que el exterior nos fuerce como Sátiro o Satán,
los dos dedos de la horca de Dios,
la Inconsciencia y su monódico gusto por los baños de sangre;
¡que nadie teja su alma,
construya su vida desde su interior!,
que para ello ya nos dio él su propio cuerpo:
desde éste hagamos
aun cuando debió ser al revés,
construyamos desde esa simpleza,
desde el Corán, las Biblias,
los Evangelios de lo Establecido,
¡y olvídense del cerebro, propio cerebro,
lo único capaz de enterrar todas las hachas de guerra:
nuestra alma tejiendo nuestros propios cuerpos
hermético propósito tan en ruinas!

Pero Dios, la araña, en su centro puntual:
la maraña de la Inconsciencia,
no se detendrá ante ninguna extinción,
no le interesa que la expresión se libere,
la Inteligencia...
podría expulsarle del fondo de la cueva
donde da cobertura a todos los Mahoma
(¡Oh cometí el sacrilegio de pronunciar su nombre!)
¿Daría el consentimiento de su sangre la víctima
si se le tomase la opinión como tan gratis las transfusiones?

La Inteligencia sin oportunidades,
la Vida sin oportunidades...
Sueña que a vivir vino, la Vida;
que a pensar, la Inteligencia;
lo sagrado de los Sentimientos,
que a sentir.
Y la muerte,
arácnido con todas las patas de sus credos
y su infinito amor por las exclusivas,
diciendo de sí:
-¡¿Quién más, quién como?!
Nadie le arrebate al sepulturero de los cielos su plan.
Inconsciencia, Muerte, Arácnido desde todas las patas venenosas de sus credos:
dinero - poder; culturas oficiales; religiones oficiales;
sociedades oficializadas desde todas las patas de sus vicios,
jamás socializadas, jamás madres,
machos sociedades
y su Único Dios Monstruoso en su Centro Puntual.
¡Matad en su nombre!
¡Matad en nombre del "Quién más" "Quién como"!

Triste individualidad de la Vida la Inteligencia
que a disipar viniste esas musarañas de la tela de Dios,
¡paga caro la sutileza de tus dendritas!
Mírate: nervio flambeado, nervio al corte,
nervio estrangulándose en su propia construcción
ya que le ciegan la salida...

Neuronas son arañas
abrazadas en estrecha compañía
Arañas inmortales
Siempre la misma población de arañas
Sin cónyuge al que dar muerte
Sin descendencia alguna
Galaxias Pensamientos
Galaxias
Millones de Años Vida
Neuronas Arañas

que volvimos a escribir en una de las páginas de este diario: http://soloveorosas2.blogspot.com/2008/06/neuronas-son-araas.html
cuando también en http://blogs.ya.com/almamia

Diarios estos y todos mis libros
tan impublicados, como los tuyos en vida,
¡y hasta en muerte tan impublicados!
si exististe diario "Espuela de ponte dura",
o “Escuela” de lo mismo,
tan impublicados aunque estén aquí.

Neuronas arañas...
que escribiese yo en mi temprana juventud,
cuando todavía no te habían arrojado del mundo
todos los lugares comunes sanguinarios,
todos los centros puntuales de poder,
arácnidos peludos pues tan machos.
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